Sea of Bandits

Sea of ​​bandits, Pirates conquer the caribbean es un juego de acción pirata gratuito. Ubicado en el caribe.
Dispara cañones, gana dinero, lucha con ladrones piratas y bucaneros.

Un juego de supervivencia donde encontrarás incluso un kraken.

Perspectiva en tercera o primera persona.

Dispara cañones, navega, lucha con piratas ladrones.
Consigue los mapas del tesoro para hacerte con grandes riquezas y comparte el juego en Facebook.


Un jugador viaja y explora un mundo abierto a través de un barco pirata y asume diferentes roles, como la orientación, las anclas, la navegación y el disparo de cañones.

El jugador se embarca en misiones y recoge botines.

El juego tiene un estilo artístico de cómic un motor de física exagerado que permite a los jugadores realizar acrobacias, saltos o golpes con una maza gigante.

El jugador puede recoger monedas completando misiones, tomando el botín de otras naves o explorando islas defendidas por esqueletos, golems o soldados, que contienen grandes cantidades de oro. El oro puede ser usado para comprar cosas.

Dos armas las podrá encontrar el jugador al comienzo del juego, el resto las podrá comprar con el oro que consiga.

Las armas útiles son una espada, una pistola de chispas y un rifle de francotirador, un espadón gigante y un mazo enorme.
Puedes llevar varias armas a la vez.

La piratería es una práctica de saqueo organizado o bandolerismo marítimo, probablemente tan antigua como la navegación misma.

Consiste en que una embarcación privada o una estatal amotinada ataca a otra en aguas internacionales o en lugares no sometidos a la jurisdicción de ningún Estado, con el propósito de robar su carga, exigir rescate por los pasajeros, convertirlos en esclavos y muchas veces apoderarse de la nave misma. Su definición según el Derecho Internacional puede encontrarse en el artículo 101 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

Junto con la actividad de los piratas que robaban por su propia cuenta por su afán de lucro, cabe mencionar los corsarios, unos marinos contratados por el Estado mediante patente de corso para atacar y saquear las naves de un país enemigo.

La distinción entre pirata y corsario es necesariamente parcial, pues corsarios como Francis Drake o la flota francesa en la Batalla de la Isla Terceira fueron considerados vulgares piratas por las autoridades españolas, ya que no existía una guerra declarada con sus naciones. Sin embargo, el disponer de una patente de corso sí ofrecía ciertas garantías de ser tratado como soldado de otro ejército, y al mismo tiempo acarreaba ciertas obligaciones.